RESEÑA HISTÓRICA

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El actual Instituto Psiquiátrico se fundó el 8 de agosto de 1852, denominándose "Casa de Orates de Nuestra Señora de Los ángeles". Su ubicación inicial fue en el barrio Yungay. Después de seis años se inaugura una nueva construcción a cargo del arquitecto Don Fermín Vivaceta en la calle Olivos, emplazamiento definitivo que se mantiene hasta hoy.

El cuidado de los enfermos queda a cargo de unos pocos profesionales, algunos de ellos distinguidos profesores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, quienes dedican parte de su jornada a la asistencia de los internos, actividades complementadas por las Ordenes de los religiosos Hermanos de San Juan de Dios y las religiosas Hermanas Hospitalarias de San José.

La administración de la Casa de Orates está a cargo inicialmente de una Junta Directiva, pero a contar del año 1854 se designan Administradores que ejercen esta función, hasta el año 1931 en que el Doctor Jerónimo Letelier Grez es nombrado Director Médico de la Institución, dando inicio a la etapa que continúa hasta hoy en que el Instituto es dirigido y administrado por profesionales médicos.

Los primeros años de funcionamiento se caracterizan por la situación precaria en que permanecen los enfermos y la falta de recursos, junto con el aumento progresivo del número de internos. Entre los años 1900 y 1910 el número de pacientes aumenta de mil a mil setecientas personas

Entre 1895 y 1906 se efectúan reparaciones y nuevas habilitaciones, destacándose los Departamentos de Crónicos, el Salón del Teatro Grez, el Laboratorio para Autopsias, la Biblioteca y otras dependencias.

En 1920, la Casa de Orates contaba con las siguientes secciones:
  • Sección Hospital Psiquiátrico para ingresos voluntarios y observación.
  • Sección Manicomio para alienados peligrosos y crónicos.
  • Sección Asilo de Temperancia para alcohólicos.

En el año 1923, se adquiere la chacra "Quinta Bella" y en 1928 se compra el fundo "El Peral", en el sector Sur Oriente de la ciudad, donde se inicia una colonia agrícola y al que se derivan pacientes desde la Casa de Orates. Durante este período ejercen funciones en el establecimiento figuras relevantes, tales como los doctores Lorenzo Sazié, José Ramón Elguero, Alfredo Valderrama, Wenceslao Díaz, Augusto Orrego Luco, Guillermo Benham, Carlos Sazié, Manuel Beca, Joaquín Luco y Oscar Fontecilla. Es así como en el año 1928 la Casa de Orates pasa a denominarse "Manicomio Nacional".

Hasta 1930 las terapias existentes consistían en sedantes como los bromuros, hipnóticos,   el luminal, el mercurio y yoduro de potasio para tratamiento de la sífilis y antimaníacos como el opio y la morfina. Los tratamientos físicos comprendían   electroterapia, la contención física, el aislamiento y los abscesos de fijación.

Desde la década del treinta en adelante comienza el período de introducción de nuevas técnicas de tratamiento, entre las que se destacan la insulinoterapia y la terapia electroconvulsiva. Posteriormente, en   los años cincuenta, aparecen los primeros psicofármacos de uso moderno, ansiolíticos, antidepresivos y neurolépticos.


Cabe destacar que en 1946 un sector   importante del hospital se destruye en un incendio, falleciendo trece pacientes.

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En 1955, el antiguo Manicomio Nacional pasa a llamarse "Hospital Psiquiátrico", ocupando parte de las construcciones que existen hasta hoy (Sectores de Agudos, Oficinas Administrativas, Dirección y Subdirecciones, entre otras). Entre los médicos que se desempeñaron en el Hospital, figuran los doctores Arturo Vivado, Ruperto Murillo, Oscar Peralta, Francisco Beca, Carlos Núñez, Sergio Rodríguez, Eduardo Brücher y Rafael Torres Orrego. Ya en los años sesenta, el Hospital contaba con cuatro Servicios Clínicos y en los setenta se suman Psiquiatría Infantil, Medicina, Neurocirugía Estereotáxica, Posta Antialcohólica y Talleres de Rehabilitación de distinto tipo.

En el año 1983, el Establecimiento es acreditado como Instituto y se denomina "Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak", realizándose así un homenaje póstumo al Dr. José Horwitz, quién fue Jefe de un Servicio Clínico y Director del Establecimiento. En su gestión promovió una especial atención para los pacientes crónicos, instauró talleres de laborterapia y mostró preocupación por el serio problema del alcoholismo, renovando el antiguo Dispensario que dio paso a la Posta Antialcohólica, con una dotación de camas propias para el proceso de desintoxicación y rehabilitación.

Posteriormente, se crean en el Instituto unidades tales como el Hospital Diurno, el Departamento Judicial, la Unidad de Drogas, siendo la Unidad de Psicosis en Adolescencia la última en implementarse y el Departamento de Recursos Humanos en el área Administrativa, llegando a la organización que posee el Instituto en la actualidad con sus Centros de Responsabilidad y de Costos, que incluyen tanto a las distintas unidades clínicas y administrativas como a la Red de Residencias Protegidas y Centros Diurnos.

Si bien se ha intentado sintetizar la larga historia del Instituto, no es menos cierto que no se han descrito otros innumerables hechos importantes. No obstante, es preciso relevar el gran Hito que ha significado la importación e incorporación al arsenal farmacológico nacional de la Clozapina China, gestión arduamente alcanzada por el Dr. Luís Hormazabal.

Para finalizar, cabe destacar la transformación del Instituto Psiquiátrico en lo que se refiere a los antiguos departamentos asilares de pacientes crónicos, que entre los años sesenta y setenta llegaban a más de dos mil personas. Decidiéndose en 1994, no ingresar nuevos pacientes a los Departamentos de Larga Estadía y comenzar a implementar la Red de Hogares Protegidos para pacientes de Larga Estadía (antiguamente llamados crónicos) y Pacientes Forenses, contando en la actualidad con 69 pacientes Larga Estadía y 249 pacientes en Hogares y Residencias Protegidas.

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